La custodia compartida progresiva es un término que en los últimos años ha ganado espacio en el ámbito legal, ya que estamos ante una creciente utilización de esta figura en los fallos que tienden hacia una custodia compartida a largo plazo.
En estos casos, se parte de una custodia monoparental (que suele ser a favor de la madre), pero se establece un generoso régimen de visitas a favor del otro progenitor, que además es de carácter progresivo y de ahí la denominación.
El fin último de estas sentencias es que, con el transcurrir del tiempo, se desemboque en una custodia compartida. Una vez alcanzada esta situación, se espera que el reparto de días entre padres sea lo más equitativo posible.
Jurisprudencia de la custodia compartida progresiva
La Sentencia del Tribunal Supremo 17/07/2015, rec. 1676/2013 confirma este mecanismo jurídico, determinando un régimen progresivo de visitas y confirmando el fallo en primera instancia, incluso a pesar de los argumentos contrarios de la madre.
Ésta, menor de edad, tenía a su vez una denuncia de violencia de género contra el padre del menor, y afirmaba que el niño se criaría en un entorno seguro desde lo afectivo y lo económico, por lo que la presencia del padre en su vida no ayudaría. Sin embargo, el juzgado entendió que debían acordar un régimen progresivo condicionado atendiendo la petición del padre, que a su vez se comprometía a iniciar un tratamiento para acabar con sus adicciones.
En el dictamen se da cuenta de cómo, en la medida en que el padre cumpla con su compromiso, obtendrá mejores condiciones para pasar tiempo con el menor, por lo que estamos ante la primera jurisprudencia sobre la figura de la custodia compartida progresiva.
¿En qué casos se recurre a la custodia compartida progresiva?
Generalmente, la custodia compartida progresiva entra en juego cuando alguno de los progenitores está pasando o ha pasado por un proceso penal en su contra, casi siempre en torno a la violencia de género o reclusión en prisión.
Evidentemente entran en juego diferentes factores que son debatibles y dependen tanto de la pericia de los abogados de familia contratados por cada una de las partes, como del juez que gestiona la causa. Por ejemplo, es muy importante considerar la edad de los menores.
La importancia de un buen abogado
Independientemente de las consideraciones científicas, las posturas al respecto y la diversidad en las resoluciones judiciales, en este tipo de casos se torna fundamental la capacidad de los abogados especialistas en Derecho de Familia contratados por los progenitores, con el fin de reclamar un tipo de custodia u otra.
Aclarado esto, la custodia compartida progresiva forma parte ya de las leyes españolas en la práctica, y es una opción por la que cada vez más jueces optan por concluir ser menos rígida que otras que apean en mayor medida a uno de los progenitores de la vida de sus hijos.
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