Los meses de verano es cuando los niños pueden disfrutar de sus vacaciones escolares y, debido a ello, los padres separados deben elegir y organizar el tiempo que pasará cada uno con los hijos. Se reparten los días de estancia con uno y otro y planean todo tipo de actividades (ya sea acampadas, viajes al extranjero, excursiones, etc).

Este reparto de días y decisiones entre padres separados o divorciados puede llegar a ser una nueva fuente de conflictos.

¿Cuál es el plazo para elegir la fecha de las vacaciones?

En la mayoría de los casos, el convenio regulador o la sentencia de divorcio contempla un reparto «abierto» de los días durante las vacaciones, indicando que los hijos pasarán la mitad del tiempo con uno de los padres y la otra mitad con el otro pero sin determinar las fechas concretas que el niño debe quedarse con uno u otro progenitor.

El convenio deja en manos de los padres la decisión y el reparto de las fechas. Sin embargo, esto suele producir dudas y enfrentamientos en las decisiones entre ellos.

Para facilitar el proceso de elección de los días se establecen unas reglas generales:

• Las fechas elegidas para las estancias de vacaciones con uno y otro progenitor no pueden interferir en el calendario escolar de los hijos.
• Si el convenio o la sentencia no dicen nada sobre la fecha límite, el progenitor al que le toque decidir ese año podrá comunicar las fechas elegidas en cualquier momento, incluso con tan solo un día de antelación. Esto impide al otro progenitor poder organizar sus propias vacaciones laborales. Por ello es recomendable que cuando se elijan las fechas, se haga siempre con respeto y consideración al otro progenitor, procurando no hacer planes que impliquen solapar las fechas, si no existe acuerdo previo. 

En muchos casos, durante las vacaciones, uno de los progenitores no deja a los hijos hablar con el otro progenitor. Sin embargo, al hacer esto, se están perjudicando a los hijos ya que se les priva de su derecho a hablar con ambos padres. Antes de tomar medidas legales en el asunto, se recomienda dialogar e intentar llegar a un acuerdo con el progenitor que está obstaculizando las comunicaciones, para fijar un horario de llamadas que permita, al menos, hablar con los hijos cinco minutos al día.

Para llegar a un acuerdo cada progenitor debe poner de tu parte y facilitar las comunicaciones del niño con ambos.

*Si necesitas ayuda con algún caso similar, no dudes en contactar con nuestro despacho de abogados especialistas en derecho de familia.