Cómo reconocer un divorcio destructivo

Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, estamos inmersos en dinámicas sociales poco felices. Ahora se las conoce como relaciones “tóxicas” y, a partir de ese concepto moderno, es posible comprender cuáles son esas interacciones que, por lo general, no van hacia ninguna parte. Evidentemente, ésta es una descripción que podría aplicarse a numerosas parejas.

Después de todo, es muy común que, con el desgaste de la rutina y las desavenencias de varios años, hombres y mujeres que alguna vez se amaron y realmente pusieron lo mejor de sí para formar una familia (tal vez lográndolo) al final ya no tengan intereses en común ni objetivos compartidos.

Es justamente allí que suelen aparecer los que se denominan como divorcios destructivos, una idea muy extendida en la jerga de los abogados especialistas en Derecho de Familia para referirse a esas situaciones en las que no hay acuerdos entre los dos integrantes de una pareja que afrontan el divorcio o separación.

 

Cómo saber si un divorcio es destructivo

Ahora bien, comprendemos que, a partir de esa premisa, algunos lectores se estarán preguntando cómo se puede saber si un divorcio es destructivo, y qué pistas existen para advertir que así sea.

Sin dejar de considerar que toda separación o divorcio provoca dolor en los integrantes de la pareja, al menos en uno de ellos, una decisión de este tipo debe ser meditada durante el tiempo suficiente como para descartar todo intento de reconciliación.

En estos contextos, no es nada extraño que afloren sentimientos negativos acumulados: frustración, tristeza, etc. están a flor de piel y pueden ser expresados de maneras incorrectas, alcanzando la violencia tanto emocional como física, que es uno de los síntomas recurrentes fácilmente detectables en los divorcios destructivos… o en los matrimonios destructivos.

Estos comportamientos, como mínimo indebidos, por no decir peligrosos para ambos cónyuges, tienden a incluir también a los hijos, que acaban siendo “rehenes” de las disputas entre padres, dispuestos en ocasiones a forzar que empaticen con ellos y rechacen a su otro progenitor (más información).

Prescindir de un manejo maduro de la separación, pero sobre todo en presencia de los hijos, es otra de las señales de esos divorcios destructivos a las que debes prestar atención, porque el daño psicológico sufridos por las menores puede ser incalculable, y es difícil predecir cómo se manifestará.

En los casos más extremos, otro de los indicios inequívocos de este fenómeno es el impedimento, por parte de uno de los padres, de que el otro tenga contacto con los hijos.

Con todos estos antecedentes que hemos citado, estamos convencidos de que podrás reconocer cuándo un divorcio es destructivo y detener las actitudes que lo caracterizan antes de que sea tarde. Para los hijos, sobre todo, es fundamental que este proceso se realice de manera amistosa, liberándolos de todo sentimiento negativo del que no tienen la culpa.

 

Finalmente, si necesitas que nuestros abogados en divorcio te asesoren, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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