Más allá de la separación legal y el divorcio, existe otro concepto del que debemos estar al tanto. Hablamos de la separación de hecho, la que supone el cese de la convivencia de los cónyuges antes del trámite de la separación o divorcio, una situación más habitual de lo que podemos llegar a creer.
La separación de hecho se puede producir, por ejemplo, cuando la pareja quiere romper la relación previo a que transcurran tres meses desde la celebración del matrimonio, en cuyo caso no queda más remedio que recurrir a este artilugio legal dado que están impedidos para separarse legalmente o divorciarse.
Y aunque el anterior es un caso extremo, la separación de hecho debemos entenderla igualmente como aquella que se produce cuando los cónyuges rompen la convivencia matrimonial, sin acudir al Juzgado o a un Notario, en su caso. Es decir, deciden acabar con la vida en común, pero mantener el vínculo matrimonial, esta es una separación de hecho.
Partiendo de esa base, hay dos formas de separación de hecho que debemos conocer:
- De mutuo acuerdo;
- Presentando una demanda.
Hecha esta aclaración, normalmente no se recomienda acceder a la separación por esta vía, sobre todo, si hay hijos en común o propiedades, siendo aconsejable realizar un divorcio de común acuerdo. Por supuesto, te recomendamos que ante la menor duda consultes a un abogado de Derecho de Familia y no te dejes llevar por los impulsos del momento.
¿Qué diferencia hay entre la separación de hecho y la separación legal?
A diferencia de la separación legal o “de derecho”, la separación de hecho no está regulada por ley. La prueba fehaciente de ello es que no se siguen los pasos establecidos a partir del artículo 81 del Código Civil, como sí se hace cuando se trata de una separación legal o un divorcio.
Efectos jurídicos y económicos de la separación de hecho
En una separación de hecho la característica más importante de este procedimiento legal es que no se ven involucrados la mayoría de los efectos y deberes del matrimonio, pero se pierden beneficios. Casi todos los efectos de mayor trascendencia son, sin embargo, potenciales.
Por ejemplo, si la separación de hecho no se legaliza posteriormente puede producirse un conflicto de intereses en relación con el régimen matrimonial si éste se rige por el régimen de gananciales. También se excluye a los separados de la pensión de viudedad tras el fallecimiento de uno, etc.
Asimismo, en una separación de hecho uno de los cónyuges podría llegar a demandar al otro si piensa que hay un delito de abandono de familia al desatenderse las obligaciones familiares.
Conclusiones
Es evidente que en la separación de hecho se encuentran más desventajas que ventajas. Por eso los abogados de familia tienden a buscar otras soluciones que permiten adoptar medidas más adecuadas, y no generen problemas en el futuro de alta complejidad para resolver.
De todos modos, basta con que le plantees tu situación a un profesional experto en la materia que sepa guiarte a través de este proceso, ofreciéndote la mejor salida a tu problema, incluyendo también la posibilidad de optar por una separación de hecho. Desde Saverio Abogados podemos ayudarte: ponte en contacto con nuestro despacho.