Qué es y cómo se identifica la violencia vicaria

La violencia vicaria o “por sustitución” es aquella donde el agresor (siempre es el hombre) intenta hacer daño a la mujer utilizando como medios sus seres queridos, especialmente los hijos (un ejemplo es el caso de Anna y Olivia). El padre ejerce una violencia extrema contra sus hijos, llegando incluso a causar su muerte y haciendo desaparecer los cadáveres de una forma cruel, con el único objetivo de provocar sufrimiento a la madre. 

El deseo del agresor de causar daño a toda costa supera cualquier afecto que pueda sentir por los hijos.

 

¿Por qué se denomina violencia vicaria?

El término “violencia vicaria” se incluyó en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en España.

Proviene de la idea de “vicario”, o sea de que alguien es sustituido por otra persona. En los casos de violencia vicaria, el hombre utiliza a los hijos para destruir la vida de la madre. En ocasiones, la mujer que no consigue hacer frente a esta situación, decide suicidarse.

En otros casos, la mujer decide ceder al maltratador. De no ser así, lo más probable es que el hombre no pare y suba la intensidad de la agresión, llegando incluso a asesinar sus propios hijos, con el objetivo de provocar el mayor daño posible a la madre.

Aunque el agresor no llegue a provocar la muerte de los menores, puede que les agreda de forma física (en muchos casos, los menores requieren tratamiento hospitalario por las lesiones sufridos) o psicológica (la aparición de trastornos de estrés postraumático, fobia o dificultades sociales son muy comunes en estos casos).

Para poder identificar la violencia vicaria antes de que sea demasiado tarde, la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género advierte que no hay que infravalorar las señales de amenazas que te dejamos a continuación:

  • Utilizar los hijos para hacer daño (por ejemplo, es muy común que el agresor amenace a la madre con quitarle a sus hijos).
  • El agresor intenta intimidar a la mujer con “darle donde más le duele” y amenazándola con la muerte de sus hijos.
  • Es posible que el agresor interrumpa los tratamientos médicos de los menores cuando estén bajo su custodia.
  • Utiliza los momentos de la recogida y retorno del régimen de visitas para insultar, amenazar o humillar a su expareja.
  • Habla mal de la madre y su familia en presencia de los hijos.

La violencia vicaria es, en definitiva, otro tipo de violencia de género, pues el objetivo sigue siendo el mismo: provocar daño en la mujer. La diferencia es que, en vez de agredirla física y psicológicamente, decide causarle un daño mayor y permanente, utilizando a los hijos como medio para provocar dolor. 

 

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