Los abogados expertos en Derecho de Familia son los encargados de asesorar jurídicamente en áreas que tienen relación con el ámbito familiar como: divorcios y separaciones, guarda y custodia de hijos, pensión de alimentos o pensión compensatoria, herencias etc. Otras de las especialidades de los abogados de familia son la nulidad matrimonial, la incapacitación judicial, las medidas paternofiliales y los temas que tienen que ver con el uso de la vivienda familiar y el régimen de visitas.
Los abogados en Derecho de Familia suelen ser los mediadores en las disputas entre miembros de la misma familia. Su objetivo es buscar y gestionar soluciones para conflictos familiares. Además son los representantes de sus clientes en las negociaciones o los procedimientos en los tribunales de familia.
En nuestro bufete de abogados, además del Derecho de Familia, nos encargamos del Derecho Penal familiar. Esto significa que nos ocupamos de la defensa o acusación en procedimientos penales relacionados con delitos del ámbito familiar, como la sustracción de menores, el abandono de familia, la defensa de género y doméstica, las ordenes de protección y alejamiento, y la defensa penal de parejas LGTBI+, entre otras cosas.
¿En qué casos es necesario contar con un abogado de familia?
Son muchos los casos en los que será necesario contar con un abogado de Derecho de Familia. Algunos de ellos son:
- Separaciones y divorcios;
- Patria potestad y custodia de menores;
- Pensiones alimenticias y pensiones compensatorias;
- Regímenes económicos matrimoniales;
- Herencias y sucesiones.
Otro de los cometidos de los abogados de familia es redactar documentos legales, tales como acuerdos prenupciales o acuerdos de propiedad.
Si te encuentras en uno de los sucesos anteriores, lo mejor es contactar con un bufete de abogados para que te asesoren.
Claves para elegir un abogado de familia
A continuación te dejamos un serie de consejos que deberías tener en cuenta a la hora de elegir un abogado que te asesore en temas relacionados con el Derecho Familiar.
- Lo primero y quizás obvio es que tenga buenos conocimientos del Derecho de Familia, ya que esto es fundamental a la hora de defender a sus clientes en los juzgados de familia.
- También hay que valorar su sensibilidad con los menores. Es importante que el abogado ponga en primer lugar los derechos y las necesidades de los menores.
- La empatía es otra cualidad a tener en cuenta. El abogado debe saber entender las necesidades de sus clientes y, a la vez, la del resto de involucrados, es necesario que sepa comprender y adaptarse a la situación.
- Un abogado de familia tiene que ser honesto con sus clientes. Esto significa que barajará diferentes soluciones pero sin infundir en el cliente falsas ilusiones y dejando claro a qué se enfrenta.
- Un buen abogado de familia debe tener buena comunicación: saber negociar, evitando así conflictos y malos entendidos. Tener un trato muy bueno con el cliente mostrándole exactamente lo que puede llegar a conseguir.
- El abogado debe saber transmitir confianza ya que va a ser el encargado de defender los intereses de sus clientes. Además no debe ocultar información, aunque sea desagradable.
Más allá de todo esto, también se debe tener en cuenta la reputación que el propio abogado tenga.