Pensión de alimentos

En estos casos tendremos que presentar una demanda de modificación de medidas, con la finalidad aumentar o disminuir dicha cuantía en función de las nuevas circunstancias económicas, las cuales deberemos acreditar al instar esta modificación. Señalar que, hasta que finalice el procedimiento y se dicte sentencia en relación a tal extremo, la cantidad a sufragar será la misma que siempre.

Sólo puedes reclamar las cantidades impagadas que correspondan a los últimos cinco años. La reclamación se haría mediante un procedimiento de ejecución y, en su caso, conllevaría el embargo de bienes y derechos del obligado a satisfacer la pensión.

Igualmente, dejar de pagar dos meses consecutivos o cuatro no consecutivos, puede dar lugar a un delito de abandono de familia, con sus correspondientes consecuencias penales, así como ser motivo más que suficiente para la privación de la patria potestad.

No. Los hijos mayores de edad también tienen este derecho hasta que alcancen su total independencia económica.

Para ello, deberán vivir en el domicilio familiar, carecer de recursos propios suficientes para su sustento y, en definitiva, seguir dependiendo de alguna manera del cuidado de sus padres.

Dicho de otra manera, si nuestro hijo decide estudiar en la Universidad en lugar de trabajar, o meramente accede a trabajos eventuales, cuyo sueldo no le permite mantenerse, deberemos seguir abonando la pensión de alimentos y contribuir a su sustento.

Pero no hay que perder de vista que se trata de una obligación de los padres, y que la jurisprudencia no ampara a los llamados “ninis”, o a los hijos que se aprovechan de ello y que prolongan indefinidamente el derecho a cobrarla a través de su inacción. Actualmente, ya existen pronunciamientos por parte de nuestros Tribunales, denegando pensiones alimenticias a hijos mayores de edad que no tienen ningún tipo de intención ni interés en estudiar ni trabajar.

Se actualizará anualmente conforme al Índice de Precios al Consumo del Instituto Nacional de Estadística, debiendo fijarse los criterios para ello en el convenio regulador o en la sentencia.

Sí. La guarda y custodia compartida no impide que se fije un derecho de pensión de alimentos a favor de los hijos cuando la situación económica, laboral y/o personal de uno de los progenitores no le permite hacerse cargo de los hijos, o existe una diferencia notable entre las rentas de ambos. En estos casos, puede establecerse una pensión de alimentos, a fin de que esta diferencia no conlleve un desequilibrio en el tipo de vida que llevarían los hijos cuando se encuentren con su padre o madre.

Por supuesto que sí. No debe creerse que el pago de la pensión de alimentos es únicamente obligatorio cuando los hijos conviven con el progenitor custodio. La razón es que la pensión de alimentos se calcula sobre una prorrata de los gastos que los menores tienen en todo el año. El impago de la pensión de alimentos durante ese mes o tiempo vacacional, puede dar lugar a una reclamación judicial.

El impago de la pensión de alimentos devengará intereses desde la fecha en la que se haya dictado la sentencia que los haya fijado.

El interés que se aplicará será igual al interés anual del dinero incrementado en dos puntos.

Actualmente, el interés legal del dinero está establecido en el 3%, por lo que si le añadimos dos puntos, el impago de la pensión de alimentos devengará intereses del 5% anual desde que se dejó de abonar.