Nulidad matrimonial

¡No!. Si vas a solicitar la nulidad matrimonial debes estar bien asesorado por nuestro abogado experto en nulidades matrimoniales en Murcia, David Gómez González, que tiene una formación jurídica muy sólida y es experto en Derecho Canónico y Eclesiástico. Además tiene la habilitación especial para el ejercicio ante los Tribunales Eclesiásticos de toda España, pues forma parte del prestigioso grupo de abogados del Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Madrid.

La nulidad matrimonial es la declaración de inexistencia del matrimonio, desde el día de su celebración, acordaba por la sentencia de un Tribunal Eclesiástico. El divorcio es la disolución de un matrimonio válido, con o sin acuerdo de los dos cónyuges, por sentencia judicial.

Y la separación es el cese efectivo de la convivencia conyugal, declarada por sentencia judicial lo que supone consecuencias tanto personales como patrimoniales, pero no la disolución del matrimonio.

Sí, siempre. Cualquier persona separada o divorciada puede pedir la nulidad de su matrimonio.

Sí. Con carácter general, la sentencia firme que declara la nulidad equipara a los cónyuges a una situación de soltería, por lo que tenéis la libertad para casaros de nuevo por la Iglesia.

No es necesario que ambas partes estéis de acuerdo en pedir la nulidad. Basta con que uno de vosotros la solicite para que el procedimiento pueda seguir adelante. Eso si, es conveniente y recomendable que ambas partes actuéis dentro del proceso de manera activa, pero no es obligatorio, ya que puede concederse la nulidad a pesar de que el/la demandado/a esté en contra o nunca llegue a prestar declaración. Si el Juez Eclesiástico considera que con las pruebas presentadas por el/la demandante ha quedado suficientemente probada la causa de nulidad invocada, puede dictar sentencia declarando la nulidad matrimonial.

No, ninguno. Puedes solicitarla en cualquier momento.

Por supuesto. Todo el proceso se lleva con absoluto y exquisito sigilo y confidencialidad. Los testigos sólo responden a las preguntas que se formulen a cada uno, y no conocen las preguntas y respuestas realizadas a los demás testigos o a las partes.

No hay audiencia pública. En un proceso de nulidad de matrimonio católico no suelen realizarse actos simultáneos entre los esposos, de manera que lo más frecuente es que el proceso termine sin que las partes hayáis llegado a cruzaros.

El plazo puede variar en función de la cantidad de asuntos que deba resolver el Tribunal. Algunos Tribunales funcionan con una mayor rapidez que otros, pero actualmente, la mayoría de los procesos se resuelven en una media de un año, o año y medio.

Esto es absolutamente falso. Es verdad que una nulidad matrimonial concedida a una persona rica y famosa tiene gran repercusión en los medios de comunicación, pero también es cierto que en los mismos medios de comunicación no se publican muchas nulidades matrimoniales concedidas a personas anónimas y que no son ricas. Lo importante es dilucidar si existió o no un verdadero matrimonio.

Sí, siempre. En virtud de los acuerdos vigentes entre la Iglesia y el Estado, las sentencias de nulidad matrimonial eclesiástica tienen efectos civiles, por lo que pueden ser homologadas ante los Tribunales del Estado e inscritas en el Registro Civil.