A menudo vemos que uno de los progenitores quiere tomar una decisión sobre sus hijos y se cuestiona si necesita el consentimiento del otro progenitor para tomar esa decisión.
Antes de tomar cualquier decisión, ambos progenitores tendrían que intentar ponerse en el lugar del otro: lo más probables es que ambos quieran opinar cuando se trata de sus hijos.
¿Qué decisiones puede tomar un progenitor de forma unilateral?
En algunas situaciones, es posible tomar decisiones de forma unilateral sobre los hijos, siempre y cuando sea el progenitor custodio el que decida. Aunque siempre es aconsejable discutir cualquier cuestión, el progenitor custodio puede decidir no hacerlo, pues no tiene la obligación de consultarlo ni necesita su consentimiento.
Es importante tener en cuenta que, con “progenitor custodio” nos referimos a el que tenga la custodia en el momento exacto de tomar la decisión en cuestión; es decir, no nos referimos a el que tenga la custodia legal, sino al padre que esté a cargo de sus hijos durante un periodo concreto.
Entre las cuestiones que no hace falta consultar, están:
- Decisiones del día a día: es decir todas las decisiones ordinarias y que no se consideran trascendentes en la vida de los menores. Estas pueden ser: actos cotidianos que se repiten con cierta frecuencia, los horarios de las comidas, los programas de televisión que puede ver y los que no, etc.
- Situaciones urgentes: además de lo mencionado en el punto anterior, el progenitor que tenga al niño en su compañía en ese momento puede tomar decisiones de manera unilateral y sin necesidad de consultar con el otro, siempre que se trate de situaciones de máxima urgencia; entre ellas podemos mencionar las relativas a la salud del niño y que requieren una actuación rápida.
El resto de las decisiones que afectan a la vida de los hijos y no pueden considerarse actos cotidianos, deben ser acordada por ambos padres, puesto que ambos tienen la patria potestad.
Todas aquellas decisiones que se consideren transcendentales para la vida y el correcto desarrollo del niño (el lugar donde vivirá, el colegio al que va a asistir, etc.) requieren de la aprobación de ambos padres.
Finalmente, para decidir si el hijo puede ir a un campamento de verano, será necesario el consentimiento de ambos progenitores, ya que puede afectar a su futuro, formación, etc. Dicho de otra manera, la decisión tiene que ser conjunta. También será necesaria llegar a un común acuerdo si en el campamento se van a realizar actividades de riesgo, tanto sea en el campamento de verano u otro.
*Sabemos que el tema de la toma de decisiones puede resultar complicado. Si necesitas ayuda o asesoramiento, recuerda que puedes contar con nuestro despacho de abogados especialistas en derecho de familia.